Fichas Educativas
Aprendiendo a cuidarme
Hablar de autocuidado implica hacernos responsables de nuestra salud física, psicológica, emocional y espiritual. Respetando nuestra escala de valores, principios y la autoaceptación de nuestro ser.
Tenga presente que las personas cuidadoras tienen derecho a:
- Dedicar tiempo para sí mismas y validar sus necesidades personales sin sentirse culpables.
- Experimentar sentimientos negativos por ver enfermo o estar perdiendo a un ser querido.
- Solicitar toda la información que necesite, sobre todo de aquello que no comprenda.
- Ser tratada/o con respeto por aquellas personas a quienes solicita ayuda.
- Ser reconocidas por su familia y la comunidad.
- Decir “NO” ante determinadas demandas, ya sea por excesivas, inapropiadas o poco realistas.
- Quererse a sí mismas y admitir que hacen todo lo humanamente posible.
- Seguir con su propia vida.
Mejore su postura para evitar dolencias físicas para personas cuidadoras

Adaptaciones de apoyo que se pueden realizar en el hogar
- Los suelos deben ser antideslizantes y sin alfombras (si las hay fijarlas).
- Si hay peldaños deben señalizarse y tener elementos que ayuden a franquearlos.
- No debe haber cables por el suelo.
- Señalizar los interruptores para que puedan ser localizados en la oscuridad.
- Las agarraderas de puertas deben ser de palanca.
- Colocar pasamanos en los pasillos.
- Utilizar elementos de apoyo que puedan facilitar el aseo: sillas de baño, lava-cabezas, etc.
- El velador debe ser más alto que la cama y con puntas redondeadas.
- Suprimir el mobiliario con ruedas.
- En la habitación se aconseja el uso de iluminación constante de baja intensidad.
- En la cocina mantenga los utensilios de uso habitual en lugares de fácil acceso.
- Adquiera utensilios de cocina que puedan facilitar la autonomía de la persona cuidada.