Paloma Monserrat Olivares Alvarado, es mamá de Daniel, Fabiola y Nicolás, abuela y cuidadora secundaria de Pascale. Coordinadora y asesora política Asociación Yo Cuido Chile e integrante del consejo asesor del Ministerio de la mujer y equidad de género.

También es parte del comité consultivo “Hablemos de Cuidado” del Ministerio de desarrollo social y familia.  Instancia integrada por la Subsecretaría de Servicios Sociales, ONU Mujeres, OIT, Senadoras, Diputadas, Alcaldesas, académicas e investigadoras, y organizaciones de la sociedad civil. Y participa de la mesa de trabajo técnico de la sociedad civil Programa red local de apoyos y cuidados, asi como del  consejo asesor Chile Valora para perfiles de cuidado.

Cuéntanos sobre la organización Yo Cuido ¿Qué las motivó a fundarla y cuál es su propósito?  

La falta de políticas públicas que aseguraran derechos y promovieran la corresponsabilidad en el trabajo de cuidados llevó a las personas que cuidan a un abismo sin salida, por años muchas de nosotras estuvimos solas encerradas en nuestras casas sin redes ni apoyos, lo anterior levantó una alerta de resistencia ante una situación insostenible, encontramos en la colectivización la manera de luchar por los derechos que nos habían sido arrebatados. Yo cuido se fundó con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las familias cuidadoras relevando que quienes realizamos el trabajo de cuidados somos las mayores expertas en el desarrollo de políticas públicas en este tema.  

¿Cuéntanos sobre tu trabajo como cuidadora?  

El verano del 2016 nace mi nieta Pascale, hija de mi hija Fabiola quien fuera víctima de violencia obstétrica durante el embarazo y en el parto. Mi hija durante su embarazo presentó síntomas claros de ser portadora de la bacteria del estreptococo B, sin embargo, siempre sus dolores y síntomas fueron atribuidos a ser primeriza y a su edad. Sin tratamiento alguno nace Pascale y se contagia la bacteria la que le aloja en su sistema nervioso central. Como secuela Pascale tiene múltiples diagnósticos y discapacidad. Es una niña con dependencia que requiere de la asistencia y vigilancia de alguien de la familia 24/7. Durante estos 8 años nos hemos turnado para entregarle los cuidados necesarios, en algunas temporadas he sido su cuidadora principal y, en otras, secundaria, como lo soy hoy, ya que actualmente mi hija es quien dedica todo su tiempo a cuidar a Pascale.  

¿Por qué es importante invertir en iniciativas, programa o proyectos liderados por mujeres orientados a promover los cuidados y el rol de las cuidadoras?  

Los cuidados son uno de los pilares más importantes del desarrollo social y económico de un país, este trabajo es el que permite que el trabajo productivo se realice entregando bienestar y confort a las personas. Invertir en cuidados es ganancia para todas y todos, garantizar este derecho es avanzar a una sociedad con calidad de vida.  

¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan como cuidadoras y cómo crees que podrían abordarse?  

La falta de corresponsabilidad social y estatal es la mayor barrera, impide que se garantice el pleno goce del derecho a la participación en igualdad de condiciones, lo que deja a las personas cuidadoras en desventaja y vulneradas en el ejercicio de varios derechos.  

La nula posibilidad de autonomía económica conlleva a ser víctimas de violencia no sólo económica sino también psicológica y física.  Garantizar el pleno goce del derecho a la participación con espacios de cuidado y espacios de participación para las personas con dependencia es el comienzo para avanzar a ejercer todos los derechos.  

¿Cómo crees que la inversión en sistemas de cuidados beneficia a las mujeres cuidadoras, a las personas que los reciben y a la sociedad en general?  

Al ser el cuidado uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de nuestra sociedad y también de la economía la inversión en este tema beneficia de forma directa al conjunto de la sociedad especialmente por supuesto a quienes nos han obligado cuidar un familiar o ejercer nuestros derechos, en este sentido nuestra vida y de las personas que reciben cuidado mejoraría sustantivamente apuntando al buen vivir que tanto hemos exigido.  

¿Qué recursos y apoyos consideras necesarios para promover el empoderamiento económico y social de las cuidadoras en nuestra sociedad?  

Se necesita un Estado garante de derechos y promotores de corresponsabilidad y autonomía.  

Toda la sociedad en su conjunto incluyendo el Estado somos responsables de los cuidados, los cuidados no deben recaer nunca más en las familias y mucho menos en una persona que casi siempre es una mujer, que deja de vivir su vida para garantizar la de otra persona, perdiendo su autonomía social y económica, la corresponsabilidad es el recurso a través de distintos apoyos que van desde espacios de cuidados hasta adecuaciones laborales.  

¿Cómo podemos promover una cultura que valore y reconozca el trabajo de las cuidadoras?  

Lo primero es normalizar hablar en todos los espacios que cuidar es trabajar y que es un trabajo de alta carga, fundamental para nuestra sociedad. En todos los lugares tanto públicos como privados se debe tener perspectiva de cuidado, se debe proteger el tiempo y espacio para realizar el trabajo de cuidar en comunidad, pero sobre todo para tener calidad de vida.  

¿Qué mensaje le gustaría compartir a todas las mujeres cuidadoras de América Latina y el Caribe?  

El trabajo de cuidados que realizamos las mujeres es la actividad social y económica más nunca más que se les obligue a decidir entre ejercer sus derechos y cuidar a quienes aman.  

Algo más que desee agregar o compartir.  

Nada más destacar y reconocer el tremendo valor que tiene cada una de las personas que dedica su vida al trabajo de cuidados de personas con dependencia permanente sin remuneración ni corresponsabilidad. Esperamos que la lucha que muchas de nosotras hemos dado se traduzcan en políticas públicas que mejoren su vida. 

Fuente: ONU Mujeres América Latina y El Caribe